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Ecos del futuro

Reflexiones sobre ciencia, economía, ecología, política y comportamiento humano

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    Inicio > Historias > ¿Existe el PIB de la felicidad?

    ¿Existe el PIB de la felicidad?

    El PIB no tiene en cuenta la salud de nuestros niños, la calidad de su educación o el gozo que experimentan cuando juegan. No incluye la belleza de nuestra poesía ni la fuerza de nuestros matrimonios, la inteligencia del debate público o la integridad de nuestros funcionarios. No mide nuestro coraje, ni nuestra sabiduría, ni la devoción a nuestro país. Lo mide todo, en suma, salvo lo que hace que la vida merezca la pena...
    Robert Kennedy en 1968
    Es un extracto de un interesante artículo de El País de hoy sobre la iniciativa de Sarkozy, siguiendo la estela del gobernante pionero en un nuevo índice económico conocido como Felicidad Interna Bruta. Escribía los primeros días de este blog --hace ya cuatro años--
    Jigme Singye Wangchuck es rey del pequeño estado de Bután de unos 47000 km² y poco más de 2 millones de habitantes situado al este del Himalaya y al sur del Tibet. Dicho rey decidió crear en 1972 una especie de índice FNB (Felicidad Nacional Bruta) y como prioridad nacional se han implantado políticas para garantizar que la prosperidad fuera compartida por toda la sociedad y que estuviera en consonancia con las tradiciones culturales, la protección del medio ambiente y un Gobierno responsable.

    El 64,2% de Bután está cubierto por bosques y es objetivo del gobierno mantenerlo así, aunque actualmente esté protegido sólo el 21%. La economía de Bután es prácticamente en su totalidad agrícola y aunque es un estado muy pobre, las esperanza de vida pasó de los 47 años en 1984 a los 66 en 1998.

    Bután está además tratando de potenciar una industria turística sostenible principalmente a base de visitantes adinerados. En 2001 más de 7.000 visitaron el país.

    El pequeño país se ha convertido en un exportador de energía hidráulica. En 2001 Bután produjo 1.896 millones de kWh, el 99,95% de ellos de origen hidroeléctrico, todo un ejemplo de independencia energética.

    "El nivel de posesiones y el nivel de bienestar no tienen por qué estar relacionados" afirma Thakur S. Powdyel, un alto funcionario del ministerio de Educación de Bután. Hace una década, afirmaciones como éstas hubiesen sonado idealistas a un economista o aun político, pero las cosas parecen estar cambiando, aunque no lo suficientemente rápido.

    Mi interés en el tema nunca ha decaído desde entonces. Pero últimamente estoy leyendo a los críticos de la idea que sí parecen encontrar una correlación entre mayor riqueza y libertad económica y satisfacción. En este tema en particular hay que tener siempre bien alerta el detector ideológico, en un discurso que tiende a ser selectivo con la información. Por eso, aunque pienso que Sarkozy se mueve en la línea correcta en este caso, no estoy seguro --aún después de cuatro años-- de estar en posesión de los datos que confirmen de manera definitiva la independencia del PIB y el nivel de satisfacción de los ciudadanos a partir de un determinado umbral de riqueza.

    2009-09-27 15:32 | Sociedad, Felicidad, Política |


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    Comentarios

    1
    De: Bichotoblog Fecha: 2009-09-29 12:26

    Le deberían preguntar a Eduard Punset, que siempre anda "buscando la felicidad".



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