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Si te queda dinero, es el momento de gastarlo
Estoy disfrutando del breve e informal
tutorial de macroeconomía de
Arnold Kling. Me ha llamado la atención su comentario sobre el comportamiento irracional de la gente en los ciclos económicos: comprar en los momentos álgidos y vender en las recesiones, cuando el comportamiento óptimo parece que fuera
justo el opuesto --¡cuando te queda algo que gastar, claro!--. Kling lo relaciona con una forma de procrastinación, el eterno "ahora no es el momento".
Por ello los gobiernos toman el relevo y gastan por nosotros. Pero pocos piensan que están gastando su propio dinero. Aunque el
escenario probable sea deflacionista al menos a corto plazo --aunque
los expertos parecen divididos--, en el momento de una posible recuperación --a la que ahora mismo nadie es capaz de poner fecha-- una perdida progresiva de nivel adquisitivo será nuestra factura procrastinada de la crisis.
Pero los gobiernos no están libres tampoco de este particular vicio. La nacionalización, saneamiento y re-capitalización bancaria --al menos
de manera selectiva-- es un proceso que ahora mismo
parece inevitable y que se está demorando con el consiguiente derroche de crédito gubernamental que puede terminar sin nada que lo respalde --como por ejemplo
le está sucediendo a la sexta economía mundial: el estado de California--. Con ello sólo se consigue dejar que continúe el bucle de la crisis financiera afectando a la economía productiva que retroalimenta a la primera.
Las noticias de estos días son realmente escalofriantes, porque
apuntan a que efectivamente estamos metidos en ese
bucle sin que haya una conciencia general en en nuestros gobernantes que se ha acabado la opción del rescate y sólo nos queda la del
borrón y cuenta nueva.
Sólo el ahora tan denostado mercado parece el único capaz de seguir gritando a viva voz dónde se encuentra esa única salida de emergencia: el
S&P 500 ha perdido un 50% de su valor durante la última década. Tenemos que asumir que somos la mitad de ricos de lo que creíamos ser hasta hace unos pocos años. Que nuestras viviendas nunca debieron ser --y no lo serán al menos en mucho tiempo-- objeto de sueños especulativos generadores de crédito fácil. Preparémonos para al menos una década difícil. No es el Apocalipsis, pero sí el final de un sueño, que aunque soñado por todos,
ahora resulta bien patente que no era real.
2009-02-20 01:18 | Economia, Crisis |
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Comentarios
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1
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| De: Teresa |
Fecha: 2009-02-20 08:22 |
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No me quedan perras que invertir, pero me ha gustado mucho eso de que se ha acabado el sueño y hay que pensar en otro sistema.
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La pega es que el cambio que nos espera no sólo va a ser doloroso, sino además traumático.
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| De: Pedro J. |
Fecha: 2009-02-20 22:15 |
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Y nunca mejor dicho con los nuevos datos que salieron ayer para la variación del PIB en el cuarto trimestre de 2008
US (-3.8%): -6.0% for the Eurozone; -8% for Germany; -12% for Japan; -16% for Singapore; -20% for Korea.
Y la curva parece estar acelerando. Caída libre.
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