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Leopoldo Abadía --el mismo de la crisis Ninja-- regresa para explicarnos con humor el caso de la estafa piramidal de Bernard L. Madoff.
Abadía olvida un detalle fundamental. Este esquema de fraude piramidal es original de un inmigrante de origen italiano Carlo Ponzi que en 1919 arruinó a 20,000 personas prometiendo intereses cercanos al 50%. Pero Madoff lo mejoró siendo más discreto
"Madoff fue más listo que Ponzi", indica un economista afincado en Estados Unidos, "porque él no prometía intereses del 30% ni del 40%, y mucho menos del 100% en tres meses, como Ponzi. Sus fondos de inversión daban unos beneficios de entre el 10% y el 15% al año, lo cual es algo extraordinariamente bueno, pero no escandalosamente bueno. Y aunque lloviese o nevase fuera, él aseguraba ganancias cada mes".
Como en el timo de las estampita, uno no sabe si pensar que los estafados no están libres de toda culpa --una discusión paralela sería sobre el "daño colateral" provocado--.
Curioso que el equilibrio del mercado garantice que uno no puede obtener beneficios mucho más abultados que el crecimiento medio de la economía. Pero a los hombre de negocios --como ocurre con los charlates pseudocientíficos-- creen estar por encima de los principios básicos.
