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Lo que distingue a los científicos pero no a la ciencia
La gente de ciencias en general tenemos tanta confianza en que el método científico es el mejor de los métodos para obtener conocimiento sobre el mundo, que tenemos cierta tendencia a mitificarlo. Pensamos que existe una especie de algoritmo ahí fuera en el mundo platónico de las ideas que define cuándo un procedimiento es científico y cuándo no lo es. Una vez también caí en esa forma encubierta de fe cayendo en las garras del gran gurú de la secta del pensamiento bayesiano aplicado a la lógica de la inferencia científica, el físico
E. T. Jaynes y su enorme obra
Probability Theory: The Logic Of Science.
Pero como explicaba en
otra entrada me he convertido a otro gran gurú alternativo,
Irme Lakatos:
Todas la teorías científicas son infalsables. Las que tomamos en serio son aquellas que llevan a líneas de investigación que progresan en las que unos pequeños cambios acomodan una franja extensa de observaciones pasadas y futuras. Y las que abandonamos son aquellas que llevan a teorías "degeneradas", donde ésta es parcheada y re-parcheada a la misma velocidad con que entran los nuevos hechos.
En su migración a Londres, Lakatos colaboró con la London School of Economics. Y su idea de progreso a base de pequeños cambios trae enseguida a la mente el proceso de optimización de la economía hasta llegar al equilibrio. El principio de
maximización de la
utilidad en economía es precisamente un ejemplo maravilloso de la primera parte de la cita de Lakatos: es infalsable. De hecho, una de las críticas más robustas a la utilidad de la
economía conductual o a la
neuroeconomía viene del simple hecho de que podrían ser innecesarias para mejorar los modelos económicos. Porque el comportamiento aparentemente irracional siempre podría ser integrado en la función de utilidad de los consumidores de tal manera que su maximización sea suficiente para que el modelo siga funcionando, lo que lo haría trivialmente cierto pero poco útil.
¿Cómo podría funcionar este proceso de optimización aplicado al método científico? El economista
Steven E. Landsburg presentó un
modelo hace algunos años que está en la onda de lo que dice Lakatos.
Imaginemos una comunidad científica formada por dos instituciones. Una muy atractiva denominada Instituto de Teorización Prioritaria (ITP) y otra bastante menos atractiva, el Laboratorio de Experimentación Previa (LEP). El ITP contrata a teóricos que se dedican exclusivamente a elaborar modelos, pagando 100,000 euros anuales al que haga predicciones acertadas y 20,000 a aquellos que fallen en las predicciones. El LEP paga 50,000 euros anuales por dedicarse a hacer experimentos primero y modelar después independientemente si se obtiene algo útil o no --las cantidades pueden intercambiare o combinarse con premios prestigiosos y cambiar su cuantía en aras de conseguir los incentivos necesarios--
Asumamos ahora que los investigadores conocen --aunque sólo sea con información parcial-- sus cualidades como científicos. Un investigador malo o mediocre tendrá más incentivos para asegurarse 50,000 euros aunque su trayectoria pase desapercibida que arriesgarse a terminar con 20,000 al no ser capaz de elaborar un modelo predictivo. Así, el LEP actúa como una institución de caridad que recoge a los investigadores malos y mediocres. Las grandes figuras terminan en ITP conocedoras de su valía y sus posibilidades de éxito. Este sistema de incentivos permite que involuntariamente los investigadores revelen a la sociedad una información que no tendrían intenciones de revelar de otra forma.
Hacer predicciones es arriesgado y por eso sólo las grandes figuras confiadas en sus cualidades toman ese riesgo. Una predicción acertada nos dice que probablemente estamos ante un científico de grandes cualidades y eso nos hace aumentar nuestra confianza en la teoría o modelo que ha creado. Es decir, este simple modelo económico explica algo que llevan los filósofos del método científico intentando explicar durante los últimos 400 años: que las predicciones noveles tengan más peso en la aceptación de una teoría que las predicciones de hechos ya conocidos. No es que las predicciones noveles digan algo sobre la teoría, en realidad dicen algo sobre el creador de la teoría.
La observación novel de la curvatura de la luz
que hizo Eddington durante el eclipse solar de 1919 no testaba la Relatividad General en mayor medida que el hecho conocido de la
precesión del perihelio de Mercurio. En realidad aumentaba nuestra confianza en la valía de Einstein para desarrollar buenas teorías y por ende nuestra confianza en que la Relatividad General iba bien encaminada.
De camino, este modelo económico de juguete nos da pistas sobre la importancia de la subvención pública a la ciencia. Necesitamos pagar bien a los científicos malos y mediocres para poder diferenciar a las grandes figuras. Por eso existe el lugares míticos como el MIT, Princeton o Cambridge e instituciones menos prestigiosas de las que no me atrevo a poner ejemplos.
La vida real es
mucho más complicada que los modelos de juguete como éste. Pero los modelos son excelentes guías para pensar de manera más clara, que no es precisamente una virtud frecuenta en los
debates filosóficos que se prolongan 400 años.
Referencias
Steven E. Landsburg. Was Einstein Credible? The Economics of Scientific Method.
The Armchair Economist.
Relacionado:
Lo que no distingue a las teorías científicas
2008-06-05 00:38 | Metodo cientifico |
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Comentarios
1
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De: Zifra |
Fecha: 2008-06-05 13:51 |
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A mí Lakatos siempre me ha parecido un poco magufo. Su visión filosófica de las matemáticas es bastante (¿como decirlo suavemente?) ignorante.
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2
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Como mínimo merece darle un pensamiento a todo lo escrito.
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3
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De: Pedro J. |
Fecha: 2008-06-05 18:22 |
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Por cierto Zifra, desde hace tres o cuatro años tengo en la pila Pruebas y Refutaciones. ¿Los has leído?. Sí es así te importaría dejar por aquí alguna impresión.
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