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¿Incentivos o educación?
He acabado de leer
El Economista Camuflado. El libro empieza con unos cuantos capítulos maravillosos donde
Tim Hadford hace una excelente divulgación de conceptos básicos de economía y además explica de manera muy entretenida su aplicación a cosas cotidianas como por qué es tan difícil comer bien en un centro de atracción turística o por qué uno no puede comprar un coche de segunda mano decente. Pero a medida que transcurren los capítulos, Hadford empieza a ocuparse de asuntos de mayor envergadura como el comercio global o el éxito económico de China.
Estoy ahora con un libro muy entretenido y más parecido a esos primeros capítulos de El Economista Camuflado. Se titula de
The Armchair Economist y
el primer capítulo empieza
La mayor parte de la economía puede resumirse en cinco palabras: "La gente responde a incentivos". El resto son comentarios.
Que la gente responda a incentivos suena lo suficientemente inocuo y casi todo el mundo admite su validez como un principio general. Lo que distingue a los economistas es su insistencia es tomar en serio este principio todo el tiempo.
Comentaba en una
entrada anterior el problema medioambiental que crean las bolsas de plástico. Según
reusablebags.com, en enero se usaron en el mundo del orden de unas 42 mil millones de bolsas de plástico, un número que se incrementa en medio millón de bolsas por minuto.
Veo en alguna gran superficie cajas especiales que se promocionan respetuosas con el medio ambiente y que venden unas bolsas reutilizables de bastante calidad que además te cambian cada vez que se rompan. No sé exactamente el incentivo de la gran superficie para hacerlo --seguramente en simplemente una estrategia publicitaria--, pero las cajas están llenas de información sobre el respeto al medio ambiente. Como "economista camuflado" me he fijado que el uso de estas cajas es minoritario y que constituye un pequeño experimento del incentivo educativo sobre la gente en cuestiones medioambientales.
La otra cara de la moneda es Irlanda. que
decidió en 2002 poner un impuesto de unos 20 céntimos sobre las bolsas. En pocas semanas su uso había caído en un 94%, aunque posteriormente tuvo que aumentarse a unos 30 céntimos de euro para evitar un cierto incremento de su uso.
Steven Ladsburg, el autor de The Armchair Economist afirma
Los ecologistas van más allá de la ciencia cuando elevan los asuntos de preferencias a asunto de moral... El antídoto contra el ecologismo ingenuo es la economía, que es la ciencia de las preferencias en competición...
¿Y si lo que necesitamos es menos educación medioambiental y más clases de economía básica? Ahora recuerdo que en la educación secundaria no se enseña en ningún momento principios básicos de economía, pero sí religión, educación para la ciudanía o ética. ¿Y si --a la vista de los resultados-- resultara que los buenos ciudadanos no se educan sino se incentivan a hacer lo correcto?
2008-02-03 18:47 | Sociedad, Educacion, Ecologia, Economia |
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Comentarios
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| De: JJ |
Fecha: 2008-02-03 19:08 |
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Varios paises están cobrando por las bolsas de plástico, o incluso prohibiéndolas. Si mal no recuerdo, un pais africano, GB también cobra, y creo que también aquí en España se estaba hablando de hacerlo.
El incentivo de las grandes superficies es claro: millones de bosas acaban costando dinero, y si cobran las bolsas ganan más dinero. El Lidl lo ha hecho siempre, y también otros ultra-low cost como el Dia.
Yo creo que es buena idea. Lo que no tiene sentido es que en el mercaillo compres 6 calcetines por 3 euros y te den una bolsa (sin pedirla siquiera)
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| De: Satie |
Fecha: 2008-02-04 16:45 |
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Ya lo decía mi admirado B.F. Skinner. "Positive Reinforcement"
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| De: Emilio |
Fecha: 2008-02-05 15:01 |
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un comentario muy negativo que hoy hace tiempo describe perfectamente la situacion "en este pais es mas facil aborregar que educar", y si nos tocan el bolsillo, doctrina pura.
buen ciudadano es aquel que trata de reducir el uso de las bolas de plastico por que es consciente de su repercusion medio-ambiental, o aquel que no las usa por que simplemente no pagarlas ???
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Emilio, ese es un tema interesante al que dedicaré seguramente una entrada próximamente.
A veces, cuando quieres buscar la salida a una situación puedes tener varias alternativas. Elegir entre una de ellas implica un filosofía ética.
Según te entiendo, tú preferirías reducir el consumo de bolsas de plástico educando a los ciudadanos para que lo hagan porque es lo correcto --implica una ética--. Pero la otra alternativa es simplemente usar la manera más eficaz de reducir el número de bolsas.
Personalmente en este caso particular me inclino por el segundo procedimiento sin renunciar al primero --intento por ejemplo concienciar a mis alumnos de la importancia del reciclaje--. Aunque a lo mejor también habría que explicarles las alternativas más eficientes --no deberíamos convertir la educación nunca en adoctrinamiento aunque pensemos que éste tiene buenas intenciones--
En otros asuntos es fundamental la filosofía ética de fondo. Por ejemplo, a lo mejor resultaría más eficiente una sociedad donde todos los productos vienen en recipientes todos iguales y son fácilmente reciclables. Pero no es la sociedad en la que desea vivir la mayoría de la gente.
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