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Menos es más
Resulta curioso que a priori todos prefiramos un mundo con mayores posibilidades de elección y que sin embargo psicológicamente no estemos preparados para enfrentarnos a demasiadas opciones.
Viene esto a cuento de este estudio
'Less Is More' Online: Fewer Choices May Lead To Better Recognition Of Material
que muestra como en un web donde existen muchas opciones, el visitante presta menos atención. La conclusión del estudio no es nueva para los neurocientíficos.
En algún momento, nuestras fuentes de procesamiento se sobrecargan y no pueden procesar eficientemente la nueva información sin sacrificar la información anterior.
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Otra demostración de la falacia del 10% --eso que oyen decir siempre por ahí, que sólo utilizamos un 10% de nuestra capacidad cerebral--. No sólo nuestro cerebro a veces se ve excedido por las necesidad de procesamiento de información, sino que lo hace incluso en aquellas cosas que no creemos que pueda saturarse porque no creemos que sean simple procesamiento de información --lo que no es más que otro ejemplo de nuestra visión dualista del cerebro--.
Un ejemplo sorprendente es la voluntad. Tenemos una capacidad limitada de voluntad y si la ejercemos para una cosa resulta que nos queda menos para otras. Hay muchos experimentos que demuestran esta propiedad de la voluntad. Por ejemplo, Baba Shiv y Alexander Fedorikhin hicieron uno ingenioso poniendo dos grupos de personas que tenían que recordar un número de dos y siete dígitos respectivamente para posteriormente ir a otra habitación. Por el camino se encontraban una mesa con un tentempié para elegir: una ensalada de frutas ligera un pastel con muchas calorías. 59% de los individuos del grupo que tenía que memorizar el dígito de 7 cifras elegía el pastel mientras que sólo un 37% lo hizo en el otro grupo.
Otros experimentos que demuestra más claramente como la voluntad "se gasta" fueron los realizados por Baumeister y Kathleen Vohs. Uno típico mostraba como individuos que se sometían a cierto control con la ingesta de snacks, posteriormente en una degustación de helados comían más y abandonaban antes frente a un reto intelectual que no sabían resolver.
Volviendo al menos es más, el fenómeno es conocido como paradoja de la elección. En la revista Baquia hay un
artículo interesante donde se comenta el libro
The Paradox of Choice: Why more is less donde el autor señala cuatro consejos que parecen bastante apropiados
1. Asumamos que “lo que está bien, está bien”; o dicho de otro modo: lo mejor es enemigo de lo bueno. Generalmente no vale la pena, en términos de energía y tiempo, buscar la opción óptima, porque eso significa que tenemos que EVALUAR TODAS las opciones, lo cual se puede convertir en un proceso frustrante y agotador. Es suficiente si nos conformamos con una opción que se ajuste más o menos a nuestras expectativas: nuestra vida será más sencilla y gratificante.
2. Aprendamos cuándo hay que delegar una decisión: a veces es más fácil renunciar y dejarse guiar por la opinión de un experto, un familiar o un amigo que emplear en balde nuestros recursos.
3. Comparémonos menos con los demás. El hábito de mirar al vecino suele causar deseos de poseer más, debido a razones de prestigio social, avaricia, afán de poseer. Al tomar una decisión, debemos prestar atención a los aspectos positivos, en lugar de fijarnos en los negativos: sólo así nos conformaremos con nuestra elección.
4. Limitemos el número de opciones. Si vamos a comprar, por ejemplo, una cámara digital, busquemos sólo en un par de tiendas, en lugar de buscar exhaustivamente en una docena.
Piensen que al fin y al cabo, nuestro grado de satisfacción lo terminamos midiendo por el inapelable ¿y si hubiese tomado otra elección?.
Esa relación entre elección y felicidad queda perfectamente patente en los magníficos experimentos que cita Daniel Gilbert en esta entretenida TED Talk
Quiero agradecer a
Víctor Ruíz su referencia al artículo de Baquia y al Ted Talk.
2007-07-12 23:54 | Comportamiento humano, Neurologia, Psicologia, Felicidad |
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Comentarios
1
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De: rvr |
Fecha: 2007-07-13 08:37 |
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Chris Anderson, tanto en el libro The Long Tail como en las charla que dio en Google (disponible en Google Video) habla sobre esta paradoja. Resulta que en las tiendas online, cuanto más ofreces, más se compra, lo cual sería contradictorio si "menos es más". Anderson afirma que el problema no se da en todas las ocasiones en las que se ofrecen muchas opciones, sino en que la persona no disponga de información sobre ellas. Así, por ejemplo, no hay paradoja cuando en Amazon podemos leer las revisiones de libros realizadas por otros usuarios ya que nos ayudan a elegir el más indicado.
Interesante el estudio sobre las páginas web.
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2
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De: Pedro J. |
Fecha: 2007-07-13 11:43 |
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Pero el problema precisamente parece ser que cuantas más opciones menos atención ponemos en cada una y por tanto nuestra elección está menos meditada...y al final terminamos menos satisfechos.
Aunque resulta también curioso, que --como se comenta en la charla de Gilbert-- en perspectiva, si le das a la gente la opción de pensárselo y cambiar de opinión, al final suelen terminar menos satisfechos con su elección, lo que al fin y al cabo es ampliar su grado de elección.
Por eso no hay contradicción en que en una tienda on-line cuanto más ofrece más vendes. No se trata de eso. Se trata de la satisfacción posterior con la compra. Si en la librería de la esquina tienes diez libros que te interesan, los compras y ya está, no hay nada más que meditar. En Amazón hay 1000 libros que te interesa comprar. Si sólo puedes comprar diez, al final si alguno no te satisface siempre te asalta el porqué de no haber hecho otra elección.
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