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Consciencia global y mecánica cuántica
Pululando por un
curioso blog, leo una
entrada sobre el proyecto de Princeton denominado
Consciencia Global donde parece ser que usando un
generador de números aleatorios han encontrado desviaciones de un patrón completamente aleatorio después de eventos significativos como el 11S.
Suena a pura parafernalia New Age, movimiento que sólo ha dado al mundo buena música. De hecho, estoy leyendo en el boletín
What's New que han cerrado el
laboratorio PEAR de Princeton después de 28 años buscando majaderías. Y la palabra clave en todas las interpretaciones de la influencia de la consciencia sobre la materia es mecánica cuántica.
En 1975, el físico
Fritjof Capra popularizó esta relación en su libro "El Tao de la Física" --que alguno de mis compañero de facultad recuerdo leyó con verdadero fervor-- a través de la conexión entre física moderna y misticismo zen. Y el asunto aparece de nuevo de cierta actualidad a través del film
¿Y tú que sabes?, que por cierto no tengo intenciones de ver después de leer
alguna crítica e imaginando los bostezos que me podría producir.
Me resulta curioso cómo el mundo sigue anclado en la divulgación sobre mecánica cuántica de los setenta y los ochenta. Ha llovido mucho desde entonces y las cosas no son ni parecidas a lo que solían ser. En primer lugar, la
interpretación de Copehnague ha dejado de tener el favor mayoritario de los físicos –siempre según una
encuesta informal de 1999, aunque el artículo de wikipedia afirme lo contrario, basándose en una
encuesta informal de 1997-. Y en cierto sentido, las discusiones que esta interpretación provocó sobre el papel del observador en física abrieron la veda de ciertos desvaríos místico-festivos que se sintieron justificados desde la misma esencia de la física moderna.
Todavía se discute con fervor el
experimento mental del gato de Schrödinger sin mencionarse que la
interpretación de los múltiples universos (MWI) más el bien establecido fenómeno de la
decoherencia unifican perfectamente el marco conceptual para una explicación bien satisfactoria.
La MWI elimina además la necesidad de la famosa acción a distancia que ocurre en el
entrelazamiento cuántico. La idea parte de la
demostración experimental de Aspect et al. de que no se cumplen las
desigualdades de Bell, lo que se ha tomado en la literatura como una demostración de la no existencia de
variables ocultas. Sin embargo, en ningún momento Bell consideró la posibilidad de que esas variables ocultas fuesen multivaluadas.
Si consideramos esa posibilidad, los experimentos de Aspect et al. pueden ser de hecho considerados como una constatación de la robustez de la MWI.
Eso restablece la localidad, con lo que contentamos al gran genio de Einstein –que como House, casi siempre lleva razón-- y de camino dejamos a toda esa parafernalia sobre la consciencia cuántica en el saco de las ideas ridículas perfectamente prescindibles.
Por otro lado, la
MWI es perfectamente determinista, e incluso
se puede afirmar que lo es en mayor grado que la mecánica clásica.
Realmente, los problemas de los físicos con la mecánica cuántica –
como con la teoría de supercuerdas por ejemplo-- tienen su origen en lo que llamo la falacia platónica, es decir, pensar que las leyes de la física tienen un estatus más allá de representar relaciones de nuestro estado de conocimiento sobre el mundo que nos rodea –y más en concreto
restricciones a cómo formular esas relaciones--.
Así, las probabilidades en mecánica cuántica son como todas las probabilidades nuestra manera de representar "estados de conocimiento". Como dice E.T. Janes en su compendio
Probability Theory: The Logic of Science, en una sección entera del capítulo 10 --curiosamente titulado “física de experimentos aleatorios”-- dedica a la mecánica cuántica escribe:
Los que se inclinan a creer in la existencia de “probabilidades físicas” apuntan a la teoría cuántica, en la que las probabilidades aparecen al nivel más fundamental en las leyes de la física...
Cuando no hay causa aparente, uno simplemente postula que tal causa no existe, ergo las leyes de la física son indeterministas y pueden sólo ser expresadas de forma probabilista...
La física cuántica sólo tiene leyes probabilistas porque hemos adoctrinado a dos generaciones de físicos a no creer en las causas –y así hemos parado de buscarlas--.
Librarnos del laboratorio PEAR ha sido un primer paso. Librarnos del platonismo –al fin y al cabo una forma de misticismo-- en física será mucho más difícil.
2007-02-17 23:07 | |
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