Ecos del futuro - La guerra de la energía

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La guerra de la energía

Habiendo evolucionado como una especie cooperativa, el Homo Sapiens parece haber retenido casi todas esas características de los mamíferos que más admiramos -caridad, devoción, compasión, coraje, generosidad, e ingenio- hasta el punto que una de las cosas que más destaca en los seres humanos no es lo malos que podemos llegar a ser, sino lo buenos que la mayoría somos la mayoría del tiempo, incluso para los estándares animales.
THE SPIRIT IN THE GENE: Humanity's Proud Illusion and the Laws of Nature. Reg Morrison, Lynn Margulis; Cornell, 1999.

A pesar de lo que mucha gente cree, el siglo XX ha sido en términos proporcionales el siglo menos violento de la historia de la humanidad. Como comentaba en una entrada sobre los orígenes de la guerra y la violencia, mientras que en el siglo XX murieron menos del 2% de los varones en conflictos armados, en guerras tribales del pasado eran habituales porcentajes mayores del 10% de muertes.

La mayoría de nosotros somos seres pacíficos y bastante cooperantes con el prójimo hasta que las cartas tornan bastos. En circunstancias de escasez de recursos, podemos llegar a ser lo que no hace falta describir aquí.

La madre de todos los recursos en la actualidad es el petróleo. Y en un provocador artículo, Michael T. Klare define un ismo poco valorado, el energo-fascismo que se puede estar desarrollando y que constituye una de esas distopías tan posibles que hay que tenerlas muy en cuenta. Según Klare tal escenario consistiría en:

-La transformación de los militares estadounidenses en un servicio de protección del pétroleo global cuya misión primaria es defender las fuentes extranjeras de petróleo, patrullando las tuberías principales del mundo y rutas de suministro.

-La transformación de Rusia en una superpotencia de energía con control de las provisiones más grandes de Eurasia y la resolución de convertir estos activos en influencia política creciente en estados vecinos.

-Una lucha despiadada entre las grandes potencias por el petróleo restante y reservas de uranio de África, América Latina, Oriente Medio y Asia, acompañada de intervenciones militares repetidas, la instalación constante y reemplazo de regímenes, corrupción sistémica y represión, y el empobrecimiento continuado de la gran mayoría de aquellos que tienen la desgracia de habitar tales regiones ricas en energía.

-La intrusión estatal progresiva en y la vigilancia de la vida pública y privada a medida que la confianza en la energía nuclear crece, trayendo con ello una amenaza mayor de sabotaje, accidentes, y la desviación de material fisionable en manos ilícitas.

.
He leído en algún sitio la siguiente hipótesis

Las libertades individuales guardan una relación de proporcionalidad inversa con el precio del petróleo.

Existe una guerra de civilizaciones, pero no por sus creencias y modo de vida. Sino porque unas tienen los que los otros necesitan. Podría ser así de simple.

Fuente: Moon of Alabama

2007-01-20 22:32 | |

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Comentarios

De: Pedro J.

Fecha: 2008-05-01 00:47

La hipótesis que mencionaba es
The First Law of Petropolitics de Thomas L. Friedman

que es cuestionada en

Questioning the Link Between Commodity Wealth and Oppression

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